LA PSEUDOCIENCIA.
Pseudociencia significa falsa ciencia. Pseudociencia es cualquier esquema de enunciados, creencias y métodos erróneamente considerados como científicos.
Hablemos de los 4 mayores fraudes de la historia.
- La falsa clonación humana
El científico surcoreano Hwang Woo Suk anunció en 2005 que había obtenido células madre de embriones humanos clonados de diversos pacientes. La comunidad científica dio por buena la noticia, ya que suponía una nuevo descubrimiento para tratar a pacientes con enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o la diabetes. Esta noticia fue publicada en la revista Science. Woo-suk se convirtió en un héroe en su país y recibió honores de la comunidad científica. En enero de 2006 una comisión de investigación de la Universidad de Seúl confirmó que el científico había falsificado los resultados de sus experimentos y que nunca existieron tales células madres conseguidas de pacientes. El propio Woo-suk, admitió haber falsificado algunos datos. Hace 2 años, el 11 de noviembre de 2009, fue declarado culpable por las autoridades y condenado a dos años de cárcel en suspensión.
- El hombre de Piltdown
Otro de los grandes fraudes de la ciencia fue el del hombre de Piltdown. En 1912 aparecieron en Sussex, Inglaterra, unos fragmentos de un supuesto cráneo humano y de una mandíbula de aspecto simiesco que, unidos, parecían pertenecer a una especie desconocida. En realidad, era una falsificación formada por la mandíbula de un orangután, un cráneo humano medieval y algunos dientes de chimpancé. Unas pruebas científicas desvelaron el timo en 1949. El «padre» de la idea fue el médico y paleoantropólogo aficionado Charles Dawson.
- Un sapo con tinta en el cuerpo.
Paul Kammerer, uno de los biólogos más importantes de la primera mitad del siglo XX y al que se le conocía como el nuevo Darwin, se empeño en demostrar que las habilidades de los animales se pasan a sus descendientes. El vienés habituó a los sapos parteros a aparearse en el agua. Kammerer aseguraba que a la progenitores de estos sapos les salían unas espinitas en las ancas al nacer, una investigación que echaba por tierra la teoría de la evolución y que se mereció su publicación en Nature. Descubrieron que las características de los sapos no eran naturales y que Kammerer les había inyectado tinta china en sus patas. El biólogo no pudo soportar la vergüenza y se suicido.
- Mitad ave, mitad dinosaurio.
Se llamaba Archaeoraptor liaoningensis, un dinosaurio con alas que se ganó la portada del National Geographic por ser el supuesto «eslabón perdido» entre los dinosaurios y la aves. Fue encontrado en China en los años 90 y tenía un aspecto magnífico: alas emplumadas y cola de dinosaurio.. Un escáner demostró poco después que el dinosaurio original era un pequeño carnívoro, el «Microraptor zhaoianus», al que se habían trasplantado partes de un ave, denominada «Yanornis martini».
http://www.abc.es/20091028/ciencia-tecnologia-/cinco-mayores-fraudes-cientificos-200910281100.html
Patricia García 1ºF
Patricia García 1ºF
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